miércoles, 27 de julio de 2011

Roma

La llegada a Roma fue, comparada con las demás, la mas tranquila, relajada y menos agobiante de todas. Llegamos a la estación de Termini por la mañana, relativamente descansadas ya que el viaje no había durado ni 4 horas y con muchas ganas de recorrer y disfrutar de esa ciudad que seria la ultima de nuestra gran aventura. Pero, a pesar de todo el entusiasmo que había, existía una cierta desazón que se notaba el ambiente, nuestro viaje estaba a punto de terminar y la llegada a Roma significaba el final de el viaje. Nada mas llegar, cogimos nuestros bultos y nos arrastramos encorvadas hacia nuestro nuevo hogar, The Yellow.
Tras dejar las maletas, decidimos ir a comer a algún restaurante y como no podía ser de otra manera fuimos a un italiano. El sitio estaba perfectamente ubicado ( a dos metros de nuestro hostal) y a pesar de que no fuera el mejor sitio de todos ( ni el mas barato, nos cobraron 7 euros por el pan) nos lanzamos como hienas hambrientas sobre los pobres camareros, los cuales rápidamente nos acomodaron en una mesa y nos sobornaron con un 30% de descuento. La comida no estuvo mal pero digamos que lo mejor de la comida fueron los camareros que a pesar de ser ligeramente raritos y deformes eran muy simpáticos, en especial el guapito que nos hacia babear a todas.
Después de todos los sms, las eternas llamadas, el haberla pillado acariciando una foto de Jesus y las constantes referencias a lo mucho que le echaba de menos, todas sabíamos que Julia llevaba esperando llegar a este destino desde hacia casi 3 semanas y todo sea dicho, cuando todas presenciamos el reencuentro entre los dos tortolitos casi se nos saltan las lágrimas. El primer dia en Roma fue relativamente tranquilo, nos dedicamos a acomodarnos en el hostal y a pasear por las eternas calles de Roma con los niños. Visitamos la fontana di Trevi, la Piazza Navonna y los Campos di Fiori ( los cuales de campo y flores no tenian nada mas que el nombre porque no era mas que una plaza abarrotada de restaurantes y con una figura muy rara en medio). La tarde se nos pasó volando y de pronto nos vimos de vuelta al hostal donde ni el calor sofocante ni la incomodidad de las camas impidió que cayésemos rendidas.
El segundo día de nuestra aventura romana comenzó con un laaaaaaaaaaaaaarguísmo paseo hasta el vaticano ( cerca de 2 horas de pateo). Al llegar a la plaza de San Pedro los trece nos acomodamos en la sombra de el obelisco que se yergue en medio de la plaza ya que ninguno tenia muchas ganas de seguir caminando por el calor. A pesar de nuestras continuas quejas y las pocas ganas que había Aleji consiguió levantar nuestros culos e incentivar el espíritu de viajero que nos había abandonado. Nos pusimos en marcha hacia el Trastevere, una de las zonas mas antiguas de Roma, pero debido a un ERROR HUMANO mis habilidades de guía acabaron llevándonos a una calle sin salida y bastante lejos de nuestro destino (cuando nos dimos cuenta la calle dodne estabamos no aparecía ni en el mapa) Cualquiera puede cometer un error ¿no? A pesar de todo esto, conseguimos llegar a nuestro destino y como de costumbre fuimos a comer a un italiano que encontramos por ahí. Ya hartos de pasta, pizza y lasaña volvimos sobre nuestros pasos con dirección al hostal. Alli descansamos un rato y nos empezamos a vestir para la ultima salida de Interrail.
La noche comenzó de una manera bastante chunga, llegamos a la zona del Testaccio donde se supone que hay mucha marcha y una tía nos convenció para ir a un club que supuestamente estaba "lleno de gente". Total, resulto que el sitio era un antro vacío y apestoso y nos llevamos una gran decepción al ver que todos los clubes eran de música house y roñadas de esas. No encontramos ni un solo sitio donde pusieran de nuestra musicota asi que nos pasamos cerca de 2 horas intentando decidir a donde entrar. Pasado ese tiempo, las niñas decidimos entrar en un sitio en el que a las chicas nos dejaban entrar gratis y los niños decidieron seguir investigando por ahí. El sitio no estuvo mal, pero siendo sincera la musica podría haber sido mejor.
El último día de nuestro interrail fue bastante extraño. Visitamos el Foro Romano, el Colisseo y creemos haber estado en el Palatino, pero la cosa no esta muy clara. Yo hablo según lo que yo sentí durante ese día, pero tras 23 días con ellas, creo haber llegado a comprender lo que sienten muchas de las veces, y creo que ese dia todas nos sentimos igual. Es una sensacion extraña, llevas 23 días viajando inexorablemente por Europa, 23 días increíbles con tus mejores amigas, y resulta que ahora ese el el ultimo día de la aventura. Yo creo que ninguna creyó que ese día fuera a llegar, es demasiado raro pensar que un viaje que llevamos planeando durante un año vaya a terminar. Mientras recorríamos esas ruinas, yo no hacia mas que pensar lo mucho que envidiaba a los niños ya que ellos estaban empezando el viaje. Me acordé de nuestro primer día tiradas en barajas, de los vendedores de mini torres eifelles que nos sacaban de quicio, de el Flügel de Brujas, de la prostituta que nos grito "zorras" en Amsterdam, de la discusión entre Mon y Soo sobre si la rampa aquella era para subir discapacitados o para tirar a los ( como los llamo Maria) cadáveres de muertos, de la pésima guía que nos obligo a mirar las manecillas doradas y las malditas esferas de noseque en Praga, de la cara de nuestro querido Dobby y de su " your room is ready" en Viena, de el gondoloide buenorro de Venecia que nos cautivó a todas. Todos esos recuerdos me hicieron sentir extrañamente nostálgica y muy vacía, porque una vez más todo aquello que una vez parecía eterno, acababa. Como símbolo de nuestra amistad, decidimos poner un candado en un sitio cerca del foro porque por problemas técnicos no pudimos llegar al ponte Milvio ( somos demasiado vagas para caminar tanto) y así sellar nuestra frienship forever.
Mientras, como de costumbre, yo estaba sumida en mis pensamientos extraños , fuimos de vuelta al hostal para cambiarnos y así poder todas guapitas a la ultima cena oficial de nuestro Interrail. Como somos unas vagas, nos decantamos por un restaurante que no estaba a dos metros ( seria muy cutre ir al mismo restaurante de siempre aparte de que los camareros daban ya un poco de mieditu) así que decidimos ir 10 metros mas allá y acoplarnos en el restaurante de enfrente ( si, somos unas lindas). Hablando claro y alto, la comida fue un timo ( típico restaurante en el que te sirven poquísimo y te cobran una pasta), Leji se sintió ofendida cuando su trozo de carne no resulto ser mas que hueso con algo de carne y mucha grasa y le cobraron 3 euros por unas papas fritas.
Mientras "disfrutábamos" de nuestra "deliciosa" cena, discutíamos sobre donde debíamos tirar las llaves del candado, barajamos distintas opciones, entre ellas tirarlas por el vater, a la basura, en la fuente del agua, la alcantarilla etc. Pero como de costumbre, Julia nos dejó anonadadas con su descubrimiento; como no podía ser de otra manera, ella ya se había encargado de todo, había perdido la llave. Tras este maravilloso descubrimiento, brindamos por el viaje e hicimos una promesa que mas vale que sea cumplida niñas!!!.
La ultima noche fue una de las mas divertidas de todas, en nuestro cuarto ( el de Mon, Leji, Mery y mio) mientras Julia intentaba escribir el post de Venecia (del cual solo escribió dos lineas) Mery y yo nos expresamos nuestro amor a través de un nuevo juego, el piedra papel o tijera. Digamos que no es un juego de niños exactamente ya que quien perdiera se llevaba un bofeton sin piedad. Yo lo recomiendo totalmente, ni bolitas anti estres, ni yoga ni nada, con este juego liberas la frustacion, ira, estres etc a través de los bofetones, asique ya saben, pruebenlo!!! Bueno, paso de liarme mas, en definitiva la noche la pasamos dándonos de hostias y nos reímos muchismo.
La mañana siguiente fue todo estres, mami Mon nos levanto al alba y nos subimos a un taxi hacia el aeropuerto. Por cierto, un consejo, NUNCA se suban en un taxi romano, conducen como locos, hablando por el móvil mientras van a toda leche por la autopista y no respetan las señales de trafico!! Asique, si se quieren un poco, no lo hagan. Bueno, el resto del día lo pasamos de avión en avión y aburridas como ostras en los aeropuertos y con muchas ganas de ver a los papis. La llegada a LP fue muy emocionante, ibamos todas con nuestra chaquetas de Amsterdam y muuuuuuuuy ilusionadas, todas corrimos hacia nuestras respectivas Omas y Appas ( no se si se escribe asi Soo, pero la intención es lo que cuenta) como si se nos fuera la vida en ello.
Ahora que estoy escribiendo esto aquí, en casita, acoplada en mi querido sofá y con todas las comodidades de un baño para ti, una nevera llena, una mami que te lave la ropa etc es cuando te das cuenta de lo afortunado que uno es. Estos 23 días han sido, sin exagerar, los mejores de mi vida. He tenido la oportunidad de pasar tiempo con esas personas que tanto voy a extrañar los proximos años, he aprendido a convivir con ellas, hemos visitado sitios increíbles, conocido a gente maravillosa y aluciante, pero mas aun, todas nos hemos dado cuenta de lo afortunadas que somos y de lo mucho que le debemos a nuestra familia por hacer posible esta gran aventura. Este viaje nos ha hecho crecer de muchas maneras y creo que nos ha abierto los ojos muchismo. Definitivamente lo voy a echar de menos ( ya lo hago y apenas han pasado 48 horas de nuestra llegada) pero sé que este sera el primero de muchos viajes que haremos juntas y ojala que podamos seguir teniendo "eso" que nos ha mantenido unidas durante taaanto tiempo.

Os quiero muchisimo mis Canarionas!!!

Con cariño,

Lota

No hay comentarios:

Publicar un comentario